Traicionado por la técnica

El pasado 16 de noviembre realicé posiblemente uno de los programas más cortos de la historia de la radio desde que Marconi hiciera la primera prueba con las ondas. Por eso pido que nadie se moleste si al descargar el último programa suenan 10 minutos de chillout y 110 de música encadenada de otros estilos.

El domingo tomé la decisión de suspender en directo la emisión de l'After. La técnica me traicionó y no hubo bemoles de que la señal que el ordenador del estudio envía a la mesa de mezclas sonara de forma decente. La música que suena en l'After tiene un componente tecnológico importante que hace que se requiera un mínimo de calidad sonora para disfrutarla. El domingo, por causas que desconozco, no existió esa calidad. Un simple cable en mal estado, de las decenas de ellos que se cruzan tras la mesa del estudio de radio, pudo provocar el fallo, pero no lo puedo asegurar a ciencia cierta, porque la emisora tiene personal técnico mucho más cualificado y a estas horas imagino que habrá emitido un veredicto -y un arreglo- más fundamentado que el que yo pueda ofrecer.

Intenté conmutar un control de la mesa que permite que el sonido del PC (y por tanto de los temas en MP3) siga reproduciéndose por los dos canales, izquierdo y derecho, pero en mono. Habría sido un mal menor, pero la realidad fue que al manipular este conmutador sólo obtuve señal por el auricular derecho o por el izquierdo y con numerosas interferencias y bajadas repentinas de volumen.

En esos momentos, y en directo, te planteas si vale más el respeto por la parrilla de programación que el respeto al oyente. Tenía en la maleta 150 temas en formato MP3 grabados en CD que podían haber sonado por los reproductores de CD Stanton del estudio que utilizo para las sesiones de trance. Sin embargo, eran temas para las secciones de música trance, y la estructura del programa, que sólo se improvisa en parte, establece un arranque de 30 minutos de ambient y chill out. Los temas de esta primera parte, al no necesitar variaciones de tempo, se pinchan desde una unidad de disco extraíble e irremisiblemente pasan por el PC. En definitiva, ése es el formato de programa que he decidido dar a los oyentes y se supone que es el que éstos esperan.

Por tanto, descarté "salvar los muebles" y pesó más el respeto por el público, ya fuera el número de oyentes cero, uno o diez mil. Por eso tomé la decisión de anunciar en directo el corte de la emisión.

Sólo espero que el próximo domingo los cables, las máquinas, la técnica y los astros se alineen para que podamos disfrutar de música electrónica de calidad en l'After.

Un abrazo y hasta el domingo.

Javier Martínez

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