Vuelta a empezar

Los agudos suenan demasiado agudos. El bombo no "pica" lo suficiente. Del instrumento solista se pierden algunas notas. En los arpegios hay una nota que desafina. Y así, hasta un sinfín de minucias que provocan que la creación de un tema se eternice. Después de varios meses de inactividad, he vuelto a invocar al Fruity Loops a golpe de doble clic para intentar terminar uno de la veintena (por lo menos) de temas que un día empecé y que quedaron en un intento de estribillo más o menos resultón.

Aún hay quienes piensan que los productores de música electrónica se limitan al cortaypega a la hora de crear un tema. No negaré que los arpegiadores y automatizadores de la mayoría del software de producción son de gran ayuda. Pero la esencia del trabajo y la capacidad de que el tema nos "llegue" solo depende de la cabeza del creador-productor. Es como negar la creatividad de un diseñador por el hecho de trabajar con Illustrator y Photoshop en vez de hacerlo con pinceles y acuarelas.

Me gustaría saber cuántas estrellas del pop aclamadas internacionalmente pueden explicar así el proceso de creación de uno de sus temas, aunque sea de los más simples de su último LP: