Fritsch, alejado del happy trance con el que se dio a conocer entre mediados y finales de los noventa, sorprendía en 2009 con una línea muy "balearic" de las que a Roger Shah le gusta(ba) pinchar. Bautizó ese tema como Phoenix. Tenía una progresión de acordes que ponía los pelos de punta. En eso, el bueno de Ralph no había perdido el estilo. Porque la erección del vello no entiende de tempos (BPM).
La copia entre Airbase y Fritsch no radica en una de tantas y disculpables progresiones de cuatro acordes poperos repetidos hasta la saciedad desde el Canon de Pachelbel. No. Aquí la progresión es genuina, de esas que identificas en Apocalypse des Animaux y en 1492 y automáticamente dices: "Esto es del mismo músico", aunque en tu puta vida hayas escuchado a Vangelis.
Así las cosas, el sueco Jezper "Airbase" Söderlung, con unos cuantos hits contundentes entre sus producciones, carga recientemente con Modus Operandi. Y entonces... ¡Pam! Inflo los carrillos, los ojos cerrados y el mentón bien arriba -tirarme de los pelos sería gesta épica en mi caso-. Aparece el inevitable síndrome del "esto-me-suena" cuando llevas 30 años reparando en arreglos, efectos, delays, reverbs y demás artificios del sonido electrónico.
Escuchad con oído crítico y decidme, si hay bemoles, que el parecido no es más que razonable:
(NOTA: los dos vídeos inician la reproducción simultánea de forma automática. Aconsejo activar la pausa de uno de los dos)
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